sábado, 1 de marzo de 2008

Que es juzgar?

Quien te juzgara?
Según vemos en la Escritura, Jesus prohibió juzgar? Prohibió omitir un juicio justo ante una acción desordenada?
Veamos que dice Mat. 7:1-5 “…No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano…”

JUZGAR, QUE ES JUZGAR?
Esta palabra, Juzgar no es lo mismo que determinar una sentencia, La palabra griega krino, juzgar, se relaciona con la raíz de la palabra en latín cerno, que significa separar, partir, cernir. Juzgar, entonces siempre involucra separar lo bueno de lo malo cuidadosamente, lo correcto de lo incorrecto. El juicio final solo lo da Dios y su hijo Jesus.
Entonces juzgar no es lo que te imaginas en cuanto a determinar un juicio sin misericordia contra otros, en otras palabras el juzgar no está prohibido, más bien el hacerlo con hipocresía!

UNA MEDIDA! LA MEDIDA DE LOS HOMBRES SERÁ IGUAL A LA DE DIOS?
Jesus dijo que con “la medida que midas serás medido”, pero aquí nos hacemos una pregunta, acerca de qué juicio esta Jesus hablando, quien te aplicaría la misma medida, los hombres o Dios? Los hombres! Aquí habla de juicio humano, no dice que Dios te juzgará y te medirá con el mismo juicio y con la misma vara. Entendamos esto, el juicio y la medida que Dios tiene es diferente a la de los hombres.

EJEMPLO
Saúl y David. Saúl fue un hombre de guerra. David también lo fue. Ambos derramaron sangre, destruyeron pueblos, y mataron a filo de espada. Ahora, porque uno agrado a Dios y el otro no? En 1 Samuel 15, vemos la historia de una orden que le fue dada a Saúl, en el vr 3 esto le dice, “…Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos…”, que hizo Saúl después de recibir esta orden? Lo hizo, no! La historia dice que no! Saul desobedeció! Y Dios lo juzgo y lo sentencio conforme a SU DESOBEDIENCIA! Vamos con David. Quien fue este hombre? un hombre que agrado a Dios en la mayor parte de su camino! Y este si agrado a Dios! Porque? Porque fue obediente! Y DIOS LO JUZGO Y LO MIDIÓ CONFORME A SU OBEDIENCIA! Saúl quería que el juicio de los hombres sobre él, fuera con hipocresía. En el vr. 30 dice “…Y él dijo: Yo (Saúl) he pecado; pero te ruego (Samuel) que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios…”. Entonces a Saúl que juicio le importaba, el de Dios o el de los hombres, el de hombres!

JUZGANDO EN OBEDIENCIA, PARA NO SER JUZGADOS.
El problema está, en juzgar con hipocresía, con falsedad, deseando quedar bien con los hombres y no con Dios! Vamos al ejemplo de Jesus, que hizo Jesus ante la hipocresía de los fariseos? Él les dice todos estos elogios, Mat 23:1-36, Jesus les dice hasta de lo que no! Eso condeno a Jesus porque estaba haciendo un mal juicio? O estaba midiendo con una vara que después iba a ser usada contra él? No! Jesus hizo juicio! Jesus midió a los fariseos! Y que dijo Pedro de lo que su Padre pensaba de él? Hech. 2: “…Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos…”, el Padre lo aprobó! Pero les dijo “serpientes y generación de víboras, tumbas blanqueadas, ciegos y cuantas cosas “ofensivas” a los pobres fariseos…. Porque los juzgo así? Porque los midió de esa forma? Porque? Porque estaba en obediencia a su Padre y eso le daba autoridad para emitir juicio y medida! Cuando juzgamos en obediencia, el hombre nos juzgara por su desobediencia, pero ante Dios seremos aprobados! Dice en Luc. 12:4-5 “…Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. 5Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed…”, temor al juicio de Dios, no al de los hombres!

PABLO, “EL MEDIDOR”
En Rom. 1, vemos la forma como Dios ve al hombre que aborrece su ley y niegan a su Hijo Jesus. Ahí en todo el Cáp. 1, vemos la medida que el apóstol Pablo emite sobre el hombre desobediente. Y en el Cáp. 2:1-5 dice esto,
“…Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios…”. No juzgar conforme un corazón hipócrita, sino a un corazón obediente y recto ante Dios!

Ahora como ya vimos en la interpretación de la palabra juzgar, que significa dividir, separar, partir, uno al omitir un juicio o una medida ante una acción, lo único que uno está haciendo es eso, PARTIENDO, pero no sentenciando! Eso solo a Dios le pertenece.

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